miércoles, 16 de enero de 2008

Es indignante

Ayer me volaron vilmente 2 audífonos (2 pares, pues) que traía en la parte de atrás de mi mochila, supongo que en el atestadísimo metro. Y lo peor es que no es la primera vez que me pasa; ya una vez me volaron unos lentes de igual manera…

 

Supongo que no aprendo, y que todavía confío en la natura bonhomía de mis prójimos.

 

Pero como dice Taibo en una novela de Belascoarán, citando a alguien que ahorita no recuerdo, “un hijo de la chingada es siempre un hijo de la chingada, y que no se te olvide”.

 

 

 

No hay comentarios: